Cuando hablamos de cuidar la salud, los ácidos grasos Omega 3, 6 y 9 aparecen una y otra vez como grandes aliados. Y no es por moda: estos nutrientes cumplen funciones clave en el cuerpo. Aunque cada uno tiene su propio papel, juntos forman un combo poderoso para sentirte bien por dentro y por fuera.
Empecemos por lo básico: el Omega 3 es famoso por su efecto antiinflamatorio y por proteger el corazón. Lo encuentras en pescados como el salmón, en semillas de chía y linaza, o en nueces. También ayuda al cerebro, mejora la memoria y hasta tiene beneficios para la vista.
El Omega 6 también es esencial, aunque mucha gente lo consume en exceso sin darse cuenta, ya que está presente en muchos aceites vegetales. Eso no lo hace malo, solo hay que mantener un equilibrio. Bien usado, el Omega 6 favorece la salud de la piel, apoya el sistema inmunológico y es importante para el desarrollo del cuerpo.
Y el Omega 9, aunque no es esencial porque el cuerpo puede producirlo, sigue siendo muy útil. Ayuda a mejorar los niveles de colesterol, protege el corazón y también tiene un efecto antiinflamatorio. Está en alimentos como el aceite de oliva y el aguacate.
Ahora bien, ¿por qué tomar los tres juntos en un suplemento? Porque la mayoría de las dietas actuales tienden a tener demasiado Omega 6 y poco Omega 3. Un suplemento balanceado puede ayudar a corregir ese desbalance y aportar los tres ácidos grasos en las proporciones adecuadas. El resultado: mejor salud cardiovascular, piel más saludable, articulaciones más protegidas y un sistema nervioso que funciona como debe.
¿Quién se puede beneficiar? Casi todo el mundo, especialmente quienes no comen mucho pescado, tienen problemas de piel, sienten inflamaciones constantes o simplemente quieren prevenir enfermedades y cuidar su salud general.
Eso sí, como con cualquier suplemento, siempre es buena idea consultar antes con un médico o nutricionista. Pero si estás buscando una manera sencilla de sumar salud a tu día a día, el Omega 3-6-9 es un excelente punto de partida.
