La cúrcuma se ha convertido en un ingrediente muy popular no solo por su sabor y color vibrante, sino también por sus beneficios para la salud. Sin embargo, para aprovechar al máximo sus propiedades, es importante saber cómo consumirla correctamente. A continuación, te presento las formas más comunes y efectivas de tomar cúrcuma.
1. Cúrcuma en polvo
Es la forma más conocida y accesible. Se obtiene al secar y moler la raíz de la planta. Se puede usar en:
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Platos salados: como sopas, guisos, curry, arroz o vegetales salteados.
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Bebidas calientes: como el “golden milk” o leche dorada, que mezcla cúrcuma con leche vegetal, pimienta negra y canela.
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Jugos y batidos: agregando media cucharadita para potenciar sus propiedades antioxidantes.
Consejo útil: siempre que consumas cúrcuma en polvo, combínala con una pizca de pimienta negra y una fuente de grasa (como aceite de coco o aguacate). Esto mejora significativamente la absorción de la curcumina en el cuerpo.
2. Cúrcuma fresca (raíz)
Similar al jengibre, la raíz de cúrcuma puede rallarse o licuarse. Se utiliza en:
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Tés o infusiones.
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Salsas, aderezos y marinados.
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Jugos naturales o smoothies.
Es ideal si buscas una opción más “pura” y sin procesar.
3. Cápsulas, suplementos y pastilla de cúrcuma
Para quienes buscan una dosis más concentrada y estandarizada, existen suplementos en forma de cápsula o pastilla de cúrcuma, que suelen contener extracto de curcumina. Son especialmente útiles como antiinflamatorios naturales, o como parte de terapias complementarias para la salud digestiva, articular o cerebral. Es recomendable tomarlas bajo la orientación de un profesional de salud, sobre todo si se consumen de forma prolongada o en dosis elevadas.
4. Aceite esencial de cúrcuma
El aceite esencial de cúrcuma, utilizado en aromaterapia o mezclado con aceites portadores para uso tópico, ofrece beneficios calmantes y antiinflamatorios. También puede emplearse con precaución en prácticas de medicina alternativa.
5. Cúrcuma fermentada
Una opción menos conocida, pero con buena biodisponibilidad. La fermentación mejora la absorción de los compuestos activos. Se puede encontrar en forma de pasta o polvo y suele mezclarse con alimentos fermentados como yogures o kéfir.
Recomendaciones finales
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Dosis diaria sugerida: entre 1 y 3 gramos de cúrcuma en polvo al día, o según las indicaciones del suplemento o pastilla de cúrcuma.
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Precauciones: no se recomienda en exceso para personas con cálculos biliares, problemas de coagulación o mujeres embarazadas sin supervisión médica.
Con tantas formas de incluirla en tu dieta, la cúrcuma puede convertirse fácilmente en una aliada diaria para la salud, siempre que se consuma de manera consciente y equilibrada.