¿Cómo funcionan los termogénicos?

El funcionamiento de los termogénicos se basa en el principio de termogénesis, un proceso natural del cuerpo en el que se genera calor para mantener la temperatura corporal. Este proceso requiere energía, y los termogénicos aprovechan este mecanismo para aumentar el gasto calórico, facilitando así la quema de grasa.

A continuación, te explico cómo actúan los termogénicos en el organismo:

1. Estimulación del sistema nervioso central

Muchos termogénicos contienen cafeína u otros estimulantes que activan el sistema nervioso central. Esta activación provoca un aumento en la liberación de adrenalina y noradrenalina, hormonas que elevan la temperatura corporal y favorecen la movilización de las reservas de grasa para ser utilizadas como energía.

2. Incremento del metabolismo basal

Los termogénicos aceleran el metabolismo basal, que es la cantidad de calorías que el cuerpo quema en reposo para mantener funciones vitales como la respiración, circulación y digestión. Un metabolismo más activo implica un mayor consumo de calorías durante todo el día.

3. Movilización de ácidos grasos

Al activar el sistema simpático, los termogénicos estimulan la lipólisis, es decir, la descomposición de los triglicéridos almacenados en las células grasas (adipocitos). Esto libera ácidos grasos que pueden ser utilizados como fuente de energía durante el ejercicio físico o incluso en reposo.

4. Aumento de la termogénesis natural

Algunos ingredientes como la capsaicina (de la pimienta) o el extracto de té verde pueden aumentar ligeramente la temperatura del cuerpo. Esta elevación genera una mayor demanda de energía, lo que contribuye a la oxidación de grasa.

5. Reducción de la fatiga y aumento del rendimiento

Los termogénicos con cafeína o similares ayudan a reducir la percepción de esfuerzo durante el ejercicio, mejorando la resistencia y permitiendo sesiones más intensas y efectivas, lo que a su vez apoya el proceso de pérdida de grasa.

6. Control del apetito

Algunos termogénicos incluyen ingredientes que regulan la sensación de hambre o aumentan la saciedad. Esto ayuda a mantener un control calórico, necesario para lograr un déficit energético y, por lo tanto, reducir el peso corporal.

Aunque los termogénicos pueden ser aliados útiles en un plan de adelgazamiento o definición, es esencial recordar que no sustituyen una alimentación saludable ni el ejercicio regular. Su uso debe ser responsable, preferiblemente bajo orientación de un profesional de la salud o nutricionista.

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